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La "nueva realidad" impuesta con la pandemia por el COVID-19 junto con los confinamientos y restricciones que ha traído consigo, han influido directamente sobre los destinos a los que ha ido a parar la producción de leche de ovino durante esos meses.
Tradicionalmente los receptores que han venido acogiendo la leche de ovino a gran escala han sido el mercado de las exportaciones, el canal HORECA, la industria de eventos y los consumidores directamente en sus hogares.
Con la irrupción del COVID-19 y la consiguiente crisis de la hostelería se han visto seriamente reducidas las ventas para el canal HORECA, de igual manera que para la industria de eventos, catering, etc.
Por el contrario, las exportaciones de leche de ovino, principalmente a países de la Unión Europea, y el consumo particular en los hogares se ha incrementado durante este tiempo.
La adaptación del sector a esta pandemia ha sido relativa y a partir de ahora habrá que buscar soluciones a largo plazo para afrontar el futuro con optimismo.